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MÉXICO, D.F. (apro).- En el segundo día de discusión en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) sobre la constitucionalidad de las llamadas leyes antiaborto en los estados de Baja California y San Luis Potosí, la Presidencia de la República definió hoy su postura a través de la esposa del presidente Felipe Calderón, Margarita Zavala.

“Mi convicción es que la vida debe protegerse desde la concepción. Esto no implica que uno no pueda colocarse en el terreno de atenuantes, excusas absolutorias o excluyentes de responsabilidad”, dijo Zavala hoy, en San Luis Potosí, uno de los estados que aprobaron una de las dos leyes antiaborto, motivo de la controversia en la SCJN.

De manera inusual, la Presidencia de la República difundió el mensaje que Zavala pronunció esta tarde, en el que resaltó que la voluntad de las entidades federativas “debe respetarse”.
El proyecto que se discute en la SCJN, elaborado por el ministro Fernando Franco y respaldado por Luis María Aguilar, plantea que las leyes antiaborto en Baja California y San Luis Potosí, son anticonstitucionales, pues sólo la Constitución General establece derechos fundamentales y, entre los tutelados, no se define el momento en que empieza la protección de la vida.

Esa es la parte medular del proyecto del ministro Franco, contra el que el presidente Felipe Calderón actuó ayer en abono del criterio que se ha conocido como antiaborto.

Anoche la Presidencia de la República envió al Senado de la República una iniciativa para eliminar una reserva al artículo 4, fracción 1, de la Convención Americana Sobre Derechos Humanos, conocida también como Pacto de San José.

Dicho artículo compromete a los Estados parte, a tutelar la vida desde la concepción, un ordenamiento al que México había opuesto reserva desde 1981 por motivos de soberanía, y que con su retiro, aunado a la reforma constitucional que entró en vigor en junio pasado, y reconoce los tratados internacionales al mismo nivel que la propia Constitución, Calderón evitaría un proceso legislativo federal antiaborto sujetándose al mencionado Pacto de San José.

Con ello, la postura de Calderón quedó definida tácitamente, aunque en el comunicado la Presidencia sólo dio a conocer la solicitud de retiro, la cual tendrá que se aprobada por el Senado.
Esta tarde y justo en el corazón de una de las entidades con legislación antiaborto e implicada en el debate de la SCJN, la esposa del presidente Calderón fijó su postura en un momento en que la Suprema Corte se encuentra dividida, con los ministros Fernando Franco, Luis María Aguilar, Olga Sánchez Cordero, José Ramón Cossío y Sergio Valls, a favor de la inconstitucionalidad de la reforma de de Baja California; y de Guillermo Ortiz Mayagoitia, Margarita Luna y Sergio Aguirre, a favor de la ley antiaborto.

Con un lenguaje atropellado, la esposa de Calderón inclusive se animó a criticar a la SCJN, al recordar que hace poco, la Corte decidió respecto a la ley que posibilita el aborto en el Distrito Federal, que cada entidad federativa era libre de legislar al respecto, pero que en el proyecto elaborado por el ministro Franco no se contempla así.

Margarita Zavala –quien aprovechó el mensaje para declararse una defensora de los derechos de las mujeres—consideró hoy que el proyecto de Franco confronta los derechos de las mujeres con el derecho a la vida del concebido.

La esposa del presidente, expresó su rechazo a que los derechos de las mujeres se coloquen por encima del derecho a la vida o de cualquier otro derecho. Y ya con claridad, expuso que la Convención Americana sobre Derechos Humanos –es decir, el Pacto de San José— así como la Convención por los Derechos de los Niños y las Niñas –tratado internacional signado y ratificado por México–, establecen la protección de la vida desde la concepción, pero, como explicó ayer la Presidencia, dejan abierta la posibilidad a excluyentes, excepciones o atenuantes.

“Desgraciadamente se ha distorsionado la discusión, porque parte de que las reformas constitucionales crean un sujeto de derecho o crean un derecho y no es así. En todo caso, la intención del legislador (los congresos estatales antiaborto) no es crear, sino reconocer dicho derecho.

“Los derechos no se crean ni se otorgan, se reconocen”, teorizó Zavala, quien añadió que lo hecho por las legislaturas locales (en 18 estados) para tutelar la protección de la vida desde la concepción, es consistente con toda noción de derechos humanos.

Margarita Zavala, cuyo marido se ha convertido en un férreo crítico del Poder Judicial, insistió hoy en dar línea a los ministros de la SCJN: “Resalto, además, que (la ley antiaborto) tiene que ver con convicciones de los estados, de sus representantes, de sus pueblos y, en un espíritu federalista, deberían respetarse las reformas constitucionales de los estados que protegen la vida desde que se es concebido”.