CELSO PAIVA
EMILY CANTO NUNES
Desde Guadalajara, México
La final entre Brasil y Cuba en el voleibol femenino de los Juegos Panamericanos de Guadalajara no fue emocionante sólo dentro de la cancha. Fuera de ella, el público que rebasó la capacidad del inmueble ayudó a transformar el gimnasio en una caldera, unos apoyando a Brasil, otros a Cuba. Sin embargo, un episodio donde se vieron involucrados un grupo de hinchas brasileños llamó la atención más que otros acontecimientos.
En Guadalajara desde 14 de octubre, día de la apertura de los Juegos, cuatro paraenses de Belén encantaron al público por estar ataviados con el disfraz del Chapulín Colorado, en la versión verde y amarilla. En diferentes escenarios fueron abordados por los mexicanos para tomarse la foto del recuerdo. En la noche de jueves, el personaje a la moda brasileña «murió» después de un enfrentamiento del grupo con la policía local.
El médico Ruben Tofolo, de 40 años, su mujer Neide, enfermera de 42 años, su hermano Rui Rubem José, de 23 años, estudiante de informática, y José de Ariz, de 33 años, amigo de la familia y profesor de matemáticas, fueron forzados a retirarse del lugar que ocupaban durante el segundo set de la final de voleibol.
Los cuatro, que compraron 128 boletos en total para asistir a las diversas disciplinas de la justa continental, tenían las entradas más caras – de 280 pesos cada una – y aun así acabaron sentados en las escaleras de la grada.
Al llegar al Complejo Panamericano de Voleibol, el grupo encontró ocupados los lugares que estaban marcados en sus boletos. La organización del gimnasio les informó que podrían sentarse en cualquier silla disponible. Los cuatro entonces se dirigieron a otros lugares, sin embargo, fueron retirados a la fuerza por los policías mexicanos con la llegada de los dueños de aquellos asientos.
Indignados, los cuatro se negaron a dejar sus asientos. Rui y José fueron cargados por oficiales, que, según alegaron los brasileños, usaron la fuerza física. Ya más tranquilos después del tumulto y sentados en las escaleras, se despojaron de los disfraces del Chapulín, que mandaron hacer en Belén especialmente para el evento.
«El Chapulín murió hoy», dijo Ruben, que añadió que el grupo ya no usará los disfraces. Rui, bastante desmejorado, contó que esa idea fue de él, para hacer un homenaje a los mexicanos, una vez que el personaje del Chapulín Colorado es bastante conocido en Brasil. «Eso (el trato de la policía) porque estábamos de Chapulines, imagina si estuviéramos de civiles», completó.






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