Por Silvia Núñez Hernández
14 de noviembre del 2011
Veracruz, Ver.
Lo cortés no quita lo valiente
Es para los veracruzanos –hasta parte de su cotidianidad- los diversos retenes establecidos por parte del operativo de la Armada de México “Veracruz Seguro” en donde los militares por medio de sus filtros revisan aleatoriamente a los automóviles que circulan por la zona.
Existen buenos comentarios acerca del trato de los elementos castrenses con la ciudadanía, pues de forma amable revisan las unidades y los tripulantes de las unidades argumentan que al ser detenidos si sienten un cierto temor por la actitud que podrían ejercer estos en su contra, pero inmediatamente se tranquilizan a la forma amigable que estos solicitan les permitan revisar sus autos.
En experiencia personal, de la misma forma fui escogida entre un gran número de automovilistas y su trato siempre fue digno hacia mi persona por parte de los militares que revisaron cuidadosamente mi unidad y al terminar, brindaron disculpas por la contrariedad en tiempo que esto hubiera originado hacia mi persona.
La crítica de la instauración de este programa del gobierno federal, lo marcan algunos malos militares como el caso de quienes integran la Secretaría de la Defensa Nacional pertenecientes al Ejército Mexicano, que en vez de brindar todo el apoyo a la ciudadanía se van en contra de ella con toda la impunidad al estar encapuchados y no contar con alguna identificación oficial para poder denunciar sus arbitrariedades, prepotencia, el maltrato y el miedo que ejercen entre los habitantes.
En la ciudad capital, se presentó el penoso caso que elementos de ésta corporación que el día de ayer, comerciantes ambulantes quienes se instalan en los alrededores del salón Bazar fueron agredidos por los militares. Los quejosos argumentan que el convoy militar llegó al lugar agresivamente –el cual en ese momento estaba repleto de personas que asisten hacer sus compras- y se dedicaron a revisar a cuanto ciudadano y comerciante se encontraba en el lugar con lujo de violencia; existieron algunos que al presenciar los atropellos de los oficiales empezaron a negarse a la revisión originando el descontento de estos, obligándolos a ser inspeccionados con lujo de violencia.
Empujones y supuestamente hasta golpeados hubo en dicha inspección militar en el salón Bazar, situación que originó el descontento entre los pobladores por el maltrato y la injustificada actitud de los integrantes de la Sedena.
Existen también la versión de reporteros gráficos xalapeños, quienes argumentan haber sido víctimas del maltrato de los militares pues los amenazan con acusarlos de espionaje si su material gráfico no es eliminado de sus cámaras fotográficas cuando estos cubren información alusivo a algún operativo originado por una balacera.
Justificarán algunas autoridades federales que estos hacen su trabajo, pero el fin no justifica los medios, y en el “pedir estar el dar”. Finalmente la ciudadanía está consciente que este tipo de revisiones no nos demeritan ni agreden, pues “el que nada debe, nada teme” , pero es importante que las autoridades militares den elementos y sobre todo brinden algún tipo de protección en contra de malos militares que manchan la imagen del Ejército, la Marina y la Sedena.
Estamos claros que estos al estar encapuchados y con el amparo de sus fusiles, les entra lo valiente y dice el conocido refrán popular “dale poder al indio y verás que hace con él”.
Muere alcalde de San Juan Texhuacán
La muerte del alcalde de San Juan Texhuacán, Juan Alejandro Hernández Cano, quien de acuerdo a las versiones de sus propios familiares arremetió el mismo contra de su vida al dispararse la noche del pasado domingo en su domicilio ubicado en el centro de este municipio.
La versión otorgada por parte de su esposa, Genoveva Amador Flores y de su hermano, Joaquín Hernández Cano a las autoridades penitenciales, que fue alrededor de las 21:00 horas cuando escucharon una detonación proveniente de una de las habitaciones de su domicilio y cuando acudieron al punto, encontraron el cuerpo inerte pero aun con vida del presidente municipal con una perforación en la boca con salida a la nuca. Este fue inmediatamente trasladado al hospital de Zongólica y en el camino al nosocomio pereció.
Tal vez los problemas originados por su temperamento y su problema con el alcohol fueron las causales de esta terrible determinación del munícipe del Partido Acción Nacional (PAN). Cabe recordar que el pasado 03 de noviembre el taxista Tomás Romero Hernández interpuso una demanda ante la Agencia del Ministerio Público de esa localidad, luego de que lo acusó de haberlo agredido físicamente y amenzado de muerte, bajo los influjos del alcohol.
De acuerdo a la averiguación previa 365/2011, quedó asentado que el alcalde, Juan Alejandro Hernández Cano interceptó al ruletero, Tomás Romero Hernández –quien fue regidor por el Partido de la Revolución Democrática en el periodo 2000-2004- y lo acusó de estar pasando información a la prensa de lo que acontecía en el municipio.
También en el mes de octubre del 2011, un grupo de productores de café de la comunidad indígena de Apanga, denunciaron legalmente ante el Ministerio Público al alcalde panista, al director de Obras Públicas y al Síndico del ayuntamiento, por daños y abuso de autoridad del gobierno municipal.
Indicaron que el gobierno municipal avaló y protegió a la constructora encargada de las obras en Texhuacán que afectara una finca del aromático cuando esta construía uno de los mantos carreteros del municipio y en donde el alcalde no resolvió ni amparó a los quejosos de los daños ocasionados.
En una nota emitida en el portal denunciaszonacentro.com en el señor Fidencio Pérez Hernández, a mediados de este año, denunció al gobierno de Texhuacan por permitir el inicio de la construcción de una carretera en el tramo de Ocotitla-Equimititla, sin embargo, el alcalde Hernández Cano nunca notificó al dueño de la finca de esos trabajos que, en este momento, causaron serios daños a las plantas de café y árboles maderables que se encuentran en la parte baja de Apanga.
Con documentos en mano, el productor Fidencio Pérez acusó que la denuncia involucra al alcalde Juan Hernández Cano , al síndico Catalino Montalvo en su calidad de apoderado legal del ayuntamiento, al comité de beneficiarios de esa carretera, Elías Mazahua Zopiyactle y al sub agente municipal, Rosalino Hernández Martínez .
La formal denuncia la recibió el secretario del Ministerio Público actuante Pablo Meza, quien verificó la propiedad del agraviado así como las pruebas fotográficas donde se observa el daño causado a la finca de café del señor Fidencio Pérez.
En su denuncia, el agraviado sostiene que son más de 150 plantas de café que fueron dañadas por el material que extrajeron en la apertura del camino de San Juan Texhuacan , además de los árboles maderables que fueron derribados.
Otra peculiaridad de este, se centraba en su gusto en apostar en carreras de caballos realizadas en su localidad, originando un terrible descontento entre los pobladores quienes lo acusaron de no cumplir con su ejercicio dentro del ayuntamiento; situación que bien le pudo originar problemas financieros derivado de las apuestas.
Este hecho puede originar varias líneas de investigación por parte de las autoridades competentes quienes estarán encargadas de determinar si el alcalde, Juan Alejandro Hernández Cano realmente se suicidó o fue asesinado.
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