Columna Fuera de Foco

Por Silvia Núñez Hernández Veracruz, Ver. 18 de enero del 2012.     Reacomodos políticos   La efervescencia política está comenzando a fluir en la entidad veracruzana, actualmente los reacomodos entre los servidores públicos están dándose como era de esperarse. Quienes llevan la batuta en dichos “cambios” son los del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y…


Por Silvia Núñez Hernández

Veracruz, Ver.

18 de enero del 2012.

 

 

Reacomodos políticos

 

La efervescencia política está comenzando a fluir en la entidad veracruzana, actualmente los reacomodos entre los servidores públicos están dándose como era de esperarse. Quienes llevan la batuta en dichos “cambios” son los del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido Acción Nacional (PAN), mientras que el Partido de la Revolución Democrática (PRD) se encuentra reducido a utilizar un método de selección lastimoso, pues no cuenta con propuestas realmente surgidas dentro de las filas de misma militancia y tiene que recoger las “basuritas” de otras corrientes partidistas.

 

Como era de esperarse y como lo vaticinó el propio Héctor Yunes Landa en el “Encuentro Generacional” del PRI celebrado en el WTC de Boca del Río, donde se concentraron todos los rojillos del estado. Es decir, hubo acarreados al por mayor, pues a las afueras de dicho centro de convenciones el reflejo de la acarreo se hizo evidente por el número de unidades de transporte de pasajeros estacionados en las inmediaciones de este, y adentro, militantes de todas partes del estado esperaban pacientes a ser acomodados por parte de los  “operadores políticos” quienes se dedicaron a demostrar que logística impuesta por parte de los organizadores le venía “guanga” y sentaron a su gente en donde se pudiera. Tanta fue la desorganización que hasta las mesas de los medios de comunicación fueron arbitrariamente ocupadas dejando parados a reporteros, fotógrafos y camarógrafos que fueron invitados a cubrir el evento.

 

Y los organizadores y enlaces de prensa, bien gracias, pues jamás lograron solucionar el problema. Este tipo de situaciones son comúnmente vistos en los actos multitudinarios del PRI, pues al intentar llenar cada uno de los actos priístas y al hacer uso del acarreo de personas, provoca que los representantes políticos no sepan qué hacer con su “gente” en el momento de arribar al lugar y arbitrariamente tomen acciones sin considerar que exista un protocolo impuesto por los propios organizadores.

 

Pero volviendo al tema raíz, amable lector, el día de ayer el presidente del Comité Directivo del PRI, Héctor Yunes Landa presentó su renuncia con “carácter de irrevocable” de manera escrita. En la misiva agradece a “todos” los militantes que le apoyaron en dicha postulación y por haberlo aguantado durante esos 10 meses.

 

Si bien en sabido por todos, Yunes Landa fue impuesto al cargo luego del “berrinche” que protagonizó cuando sus pretensiones políticos se vieron truncadas. Es importante recordar, que dicho personaje político aspiraba con vehemencia a ser el candidato a la gubernatura del estado de Veracruz y cuando el dedo “oscuro” de Fidel Herrera Beltrán, ex gobernador de la entidad apuntó hacia Javier Duarte de Ochoa, Yunes Landa no vaciló en emitir una serie de acusaciones en contra del actual gobernador. Es decir, el “puestecito” se lo dieron como premio de consolación y al interior del partido, la militancia siempre lo consideró un arribista. Es decir, la renuncia será tomada con satisfacción total, pues realmente consideran su paso como un acto desleal pues existía personajes políticos que merecían haber ocupado tan importante puesto.

 

El puesto queda vacante, y ya se empiezan a oír el nombre de quien podría ocupar la dirigencia del partido tricolor. Erick Lagos Hernández, subsecretario de Gobierno; personaje que podría ser “elegido” por Javier Duarte de Ochoa. Otro interesado en el “puestecito” es Jorge Carvallo Delfín, quien sin prudencia y engorro ha hecho público su interés en ocupar dicha silla tricolor, y tanto es su afán de posicionarse en la preferencia del gobernador que este utiliza a sus “esbirros” para hacer ruido en los oídos del multiproteínico y se dedican a echarle porras en los pasillos del gobierno del estado.

 

Las cartas priístas están siendo arrojadas, y sólo es cuestión de conocer la forma que estos estarán preparándose para la carrera política que está próxima avecinarse. Lo cierto, es que los priístas se están viendo más organizados en la selección de sus candidatos a diferencia de la militancia panista, quienes se han dedicado a evidenciar sus “miserias” al desatar una “guerra sucia” y bastante lastimosa entre ellos.

 

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