Xalapa, Ver. 16 de enero de 2012
Por Adrián Alonso Rodríguez. Analista.
alonsorodríguezadrian@gmail.com
De acuerdo con los recientes sondeos, encuestas y mediciones, afirmaríase que el pueblo de México ya decidió quien será su futuro presidente. Es más, sin yo mencionarlo en este momento, al leer estas líneas, usted ya lo sabe. Así están las cosas en materia de elecciones 2012.
Hoy ya no es novedad decir que Enrique Peña Nieto sigue siendo el puntero en todos los ejercicios que midan la preferencia del electorado. Empero ¿Cómo es posible –se preguntan analistas recelosos- que, a pesar de los dislates, tropiezos o errores, EPN siga al frente de los demás precandidatos con una diferencia estimada de 20 puntos en promedio?
Pues bien, con el ánimo de encontrar una respuesta, hagamos un breve repaso. Conforme a lo que han escrito los expertos, en México para un que un candidato a la presidencia de la República sea exitoso, se requieren requisitos y características personales, nada fáciles de lograr. Entre los aspectos más importantes se pueden citar los siguientes, en estricto orden alfabético:
Capacidad de liderazgo
Carisma
Control del Partido Político
Excelente equipo de trabajo
Experiencia y conocimiento en el arte de gobernar
Extraordinaria maquinaria electoral
Inteligencia y eficacia
Representar la opción del cambio
Respeto por la ley y el orden
Simpatía y respaldo de los grupos de poder
Temple y carácter
Visión de Estado
Voluntad presidencial positiva
Veamos en la praxis algunos ejemplos a bote pronto:
1) Capacidad de liderazgo: Incuestionablemente EPN lleva cinco o seis años desarrollando con éxito su capacidad de liderazgo. Su partido no cuenta, ni ha contado en estos últimos años, con otro aspirante que le compita el preponderante lugar que ocupa el mexiquense.
2) Carisma: El precandidato tricolor alcanza una calificación de 99% en carisma; rango que en la historia del PRI, ningún otro candidato logró.
3) Control del Partido Político: Gracias al liderazgo que ha desarrollado, se puede decir que EPN tiene absoluto control de su partido.
4) Excelente equipo de trabajo: EPN, experimentando en cabeza ajena, ha conformado un equipo de trabajo, con personajes respetados por su trayectoria, que funcione bien y no que lo encapsule, como sucedió a los dos candidatos presidenciables tricolores recientes.
5) Experiencia y conocimiento en el arte de gobernar: El trabajo previo de EPN como gobernador de su estado le brindó el bagaje necesario, al grado de que atinadamente plantea, para salir del marasmo legislativo que hoy sufrimos, fortalecer el presidencialismo y disminuir la costosa carga -nacional y de las entidades- de diputados plurinominales.
6) Extraordinaria maquinaria electoral:EPN sabe bien que en 2006 el PRD no pudo cubrir la representación electoral en el 35% de las casillas, y así le fue. Ello explica la estratégica alianza con el PANAL, amén de la poderosa maquinaria del PRI forjada durante 70 años.
7) Inteligencia y eficacia: Yo no he sabido de ningún presidente tonto, aunque a Luis Echeverría le gustaba que pensaran que lo era; no existen esos casos. Uno de los objetivos de EPN, es brindar mayor eficacia al Estado, para así entrarle, en un camino pavimentado, a resolver los problemas que aquejan a los mexicanos.
8) Representar la opción del cambio: EPN ha logrado ello, desde el principio de su proyecto político.
9) Respeto por la ley y el orden: Para EPN, es una condición indiscutible. Ya vimos lo que pasó en 2006 con el candidato de las izquierdas.
10) Simpatía y respaldo de los grupos de poder: Los representantes del poder económico han manifestado al virtual candidato tricolor su beneplácito.
11) Temple y carácter: Al enfrentar severas adversidades en su desempeño como gobernante, EPN ha mostrado las dos cualidades. Hoy, más que son requisitos indispensables.
12) Visión de Estado: Como gobernador de una de las entidades más grandes, complejas e importantes de la República, EPN desarrolló una visión integral, horizontal, plural e incluyente.
13) Voluntad presidencial positiva: En este renglón difieren los expertos. Veamos: los de avanzadadicen que el Presidente de la República no tiene la fuerza necesaria para nombrar a su sucesor, empero preguntémosle a AMLO lo que le costó la animadversión del presidente Vicente Fox en el tramo 2004-2006. Por su parte los clásicos subrayan que no hay que olvidar que en el 2000, la presidencia cambió únicamente de partido político en el poder; es decir, que el sistema presidencialista es casi el mismo, en donde una hoja del árbol no se mueve si no es con la venia presidencial, afirmaba el maestro Daniel Cosío Villegas(*),que mucho estudió y escribió sobre este apasionante tema. En fin, contrario a lo que se piensa el Presidente comulga con la alternancia y sabe que es inevitable el triunfo del tricolor. Ello se comprueba con el gesto de buena voluntad que recientemente el Primer Mandatario extendió al ex presidente Ernesto Zedillo, ante el gobierno norteamericano.
Como podemos apreciar, cubrir las características personales y los principales requisitos presidenciables, no es cosa de freír enchiladas, como muchos suponen.
Ahora bien, en la misma vena, se puede decir que la denominada “guerra sucia” en contra del candidato del PRI a la presidencia de la República ha sido congruente a su éxito; es decir, si no fuera exitoso, nadie se preocuparía por EPN. Aquí tocaré algunos ejemplos: primero,vi un video , que se subió al internet sobre una entrevista del 2008 de Peña Nieto, hablando en inglés, donde se observa que en ese entonces no hablaba bien este idioma, ya que su pronunciación era muy vaga e imprecisa, aunqueesto sólo lo presentaron –tres años después- con el objetivo de exhibirlo y desacreditarlo ante el pueblo de México; sin embargo, en el protocolooficial que, entre otros propósitos, englobalas reglas y costumbres con el objetivo de normalizar las relaciones entre instituciones y gobiernos, además de fomentar el civismo en el trato entre los seres humanos (organizar cualquier acto, evento público o privado), se colige que el presidente de la República sólo tiene que hablar en el idioma oficial de los Estados Unidos Mexicanos, es decir, el español;además de que el gobernante de nuestro país no tiene la obligación de comunicarse en un idioma extranjero. Por ejemplo, el General Lázaro Cárdenas, Adolfo López Mateos, Gustavo Díaz Ordaz, José López Portillo, entre otros, no hablaban inglés y eso no significaba que no fueran buenos presidentes.
La Constitución de la República Mexicana de 1917 expresa que los presidentes en el extranjero pueden llevar un intérprete del idioma del país donde es invitado para dar una entrevista. También los documentos que se presenten en un idioma distinto al español deberán acompañarse con su traducción hecha por perito traductor:
La lengua oficial es el español o castellano, manteniendo aún las lenguas indígenas, entre ellas las más importantes la náhuatl las mayas, la otomí. […]. El español es la lengua dominante en asuntos oficiales y es el idioma materno de la mayoría de los mexicanos.
Segundo, en una entrevista realizada por el diario español “El País”, donde le preguntaron al precandidato Peña Nieto el monto salario mínimo y el precio de las tortillas, no supo contestar. Cuando se le preguntó cuál era el precio del kilo de tortilla, contestó: “No soy la señora de la casa, cuesta entre 6 y 8 pesos.” , cuando la respuesta correcta era 12 pesos, precio promedio de este producto en muchas partes del país.
Más tarde, respondió a los ataques anteriores con ecuanimidad y firmeza en otra entrevista hecha por el periódico Universal, la cual presencié. Ésta comenzó cuando Peña Nieto explicó que puede olvidar “el nombre de los autores”, pero no “el estancamiento económico”, subrayando que le puede pasar por alto el precio de las tortillas, pero no “la violencia, la desesperanza y la pobreza en que vive México”. Me parece que Peña Nieto, al ser un político joven que maneja un lenguaje directo y fresco, no maneja engaños ni tergiversa la realidad; es decir, dice lo que siente y lo que piensa, es directo al expresar lo que sabe, además de ser franco con el público que lo escucha; pero esto no significa de ningún modo que esté mal informado, sólo que su contexto es diferente al de muchos políticos mexicanos que, para empezar, engrosan y modulan la voz, sintiéndose dueños de la verdad absoluta. Pienso que para ser gobernante, es una gran ventaja saber lo que piensa elprecandidato tricolor, porque no hay una manipulación del discurso.La entrevista continúa así:
Lo que no se me olvida, es el estancamiento económico, el desempleo y falta de oportunidades que se padece en nuestro país desde hace más de una década. Lo que no se me olvida, es que más de 50 millones de mexicanos viven lamentablemente en pobreza
Al respecto de la frase: “No soy la señora de la casa”, el candidato al PRI para la presidencia en otro discurso del periódico “Vanguardia” dijo disculpándose:
Lamento y me ha sorprendido la reacción a un comentario que hice en la entrevista a “El País”. Dije ‘no soy la señora de la casa’, en referencia exclusiva a mi hogar, no como una expresión despectiva u ofensiva para las mujeres […]“En consecuencia, lamento que se malinterprete esta expresión para desacreditar mi aprecio, respeto y admiración por las mujeres.
Si bien esa frase se usa como tradición arraigada por muchos siglos derivada del machismo mexicano, es evidente que Peña Nieto no lo hizo con el afán de desprestigiar o hablar mal de la mujer, ya que como él nos dice, le tiene gran admiración y respeto a las féminas. “No soy la señora de la casa” es una oración de costumbre –como la de: en mi casa la que manda es mi vieja, pero no le hago caso-, porque la mayor cantidad de hombres dan el gasto en el hogar, pero no lo manejan; así 9 de cada 10 mujeres –de acuerdo con el INEGI- en nuestro país son las responsables de administrar la economía de la casa.
Abundando en el tema vemos que Peña Nieto propone un México sin pobreza; en un discurso cuando era gobernador del Estado de México (2005-2011), EPN dijo: “México es uno de los países con mayor desigualdad en el mundo” y por eso sugiere una alimentación basada en productos básicos, pero para que esto pueda lograrse tiene que haber una reactivación del campo mexicano y así tener seguridad alimentaria, además de un “Estado Eficaz” que detone un campo justo, productivo, rentable y sustentable”
Sabríase que el principal objetivo de las preguntas tendenciosas es el de poner mal a Peña Nieto, desprestigiarlo ante la gente votará por él en las elecciones del 2012, puesto que, como se sabe, el 80% de los mexicanos lo vemos muy fuerte para ganar la presidencia. Éstas no comprueban su calidad política. Como ya vimos, que este precandidato sepa o no el precio de las tortillas o el salario mínimo, no significa que sea una persona no apta para gobernar un país.
Para concluir pienso, al igual que el grueso de la población, que Peña Nieto es la mejor opción de cambio para nuestro México, porque aparte de manejar el lenguaje de una manera correcta y directa, será un presidente que llama “al pan, pan y al vino, vino”, es decir, auténtico, verdadero, sin tapujos, ni mentiras, y que cumple lo que promete y como muestra basta un botón, o del jardín, una flor: En el Estado de México, donde EPN fue gobernador hasta 2011, Peña Nieto cumplió con todas las promesas de campaña y ayudó a las clases media y popular, y principalmente a los pobres con el crecimiento de la economía familiar y los empleos, además de fortalecer la prevención del delito y así es como la delincuencia decreció. Este último punto a todos los mexicanos nos interesa de sobremanera, ya que como él dijo: “[tener] la mayor seguridad es hoy el mayor anhelo de los mexicanos”.
Ya lo sabe: visite Veracruz; no se arrepentirá, está extraordinariamente hermoso.
Xalapa, Ver. 16 de enero de 2012
Adrián Alonso Rodríguez. Analista.
alonsorodríguezadrian@gmail.com





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