Columna Fuera de Foco

Por Silvia Núñez Hernández Veracruz, Ver. 15 de febrero del 2012.   JDO: El impuntual   Desde temprana hora arribaron al primer cuadro de la ciudad muchas personas para llegar con tiempo a apartar un mejor lugar y así disfrutar del inicio de banderazo de las fiestas carnestolendas. La “quema del humor” es parte del…


Por Silvia Núñez Hernández

Veracruz, Ver.

15 de febrero del 2012.

 

JDO: El impuntual

 

Desde temprana hora arribaron al primer cuadro de la ciudad muchas personas para llegar con tiempo a apartar un mejor lugar y así disfrutar del inicio de banderazo de las fiestas carnestolendas. La “quema del humor” es parte del ritual que los veracruzanos esperan se dé en tiempo y forma; cosa que al parecer al gobernador del estado, Javier Duarte de Ochoa no le preocupa en lo más mínimo pues siempre piensa –si es que realmente lo hace- que “la prole” –como los priístas ven al pueblo- tenemos que soportar sus impuntualidades sin quejarnos, pues él es “la máxima” autoridad.

 

Con una actitud de “perdona vidas” el gobernante subió al balcón central, y con mutiz retorcido, y su look de “henrruchito” se asomó a este para darle al pueblo su despreciable presencia e intentar darse “baño de pueblo”, acto que le produce mucha aberración, por la actitud que siempre maneja y enviada a través de su expresión corporal.

 

Junto a él la presidenta del puerto de Veracruz, Carolina Gudiño Corro y a su derecha, su esposa Karime Macías quien mostraba mucho más cordialidad con la concurrencia –se nota que al menos ella si tiene un poco más de educación con quienes les dan todas las comodidades que ahora derrochan: los ciudadanos- saludaba por doquier, intentando disfrutar la noche.

 

La gente que se encontraba instalada en la parte baja del escenario, fueron llegando desde aproximadamente las cinco de la tarde, para poder disfrutar de la fiesta que no le cuesta al gobernador, ni al ayuntamiento, sino al propio veracruzano, pues para pagarla se utilizan los impuestos de los ciudadanos; y ni porque los que pagamos las fiestas carnestolendas, el empleado de los veracruzanos muestra un poco de respeto. Aproximadamente cinco horas permanecieron parados esperando a que iniciara el espectáculo y que Javier Duarte con todas las desconsideraciones y la falta de respeto al tiempo de las demás personas, provocó el descontento generalizado, originando que se volcarán en rechiflas demandando que diera comienzo el evento.

 

Indudablemente, de que sirve las miles de reuniones que realizó el presidente del Comité del Carnaval, Anselmo Estandía Colom con sus colaboradores, las miles de vueltas que dio para que la seguridad, los patrocinadores, los medios de comunicación, hicieran acto de presencia puntualmente, así como utópicamente lo estructuró, si llega el día, y Javier Duarte de Ochoa, le echa a la basura todo lo programado derivado de su incapacidad a llegar puntualmente a todos los eventos.

 

El argumento que empezó a circular, es que en el evento de premiación de los Halcones Rojos de Veracruz –el mismo equipo que en la columnas de David Varona Fuentes se ha denunciado ser de la propiedad de Rosa Borunda de Herrera, así como otros equipos fantasmas que le dejan millonarios dividendos- se retrasó debido a que los campeones no llegaron a la hora señalada a dicho evento –es decir le pagaron con la misma moneda a Duarte-; situación hubiera valido la pena que el gobernante en turno del estado de Veracruz hubiera “sopesado” y decidido a salirse del auditorio y cumplir con el acto protocolario después de la “quema del mal humor”.

 

El caso que no lo hizo así, se esperó pacientemente a que los jugadores arribaran al auditorio Benito Juárez, mientras que en el Zócalo los organizadores luchaban por contener la impaciencia de la concurrencia quienes desde las 20:45 iniciaron una serie de “rechiflas” para que diera inicio de la “Quema del mal humor”, la cual irónicamente, se burlaba de la paciencia de quienes hicieron acto de presencia en el lugar, pero fue hasta las 21:55 exactamente que Javier Duarte de Ochoa arribó al lugar.

 

Quien no podía quitar la descomposición de su cara, era el presidente del Comité de Carnaval, Anselmo Estandía Colom. Al ponernos en su posición, debió haber sido frustrante ver como todo su esfuerzo previo, toda su organización y sobre todo, su esfuerzo por realizar un Carnaval mucho más celosamente diseñado, con la finalidad, que marcara la diferencia con ediciones anteriores, las cuales lucían faltas de capacidad para organizar masivos como es el caso de la fiesta más importante del municipio de Veracruz, como es el Carnaval.

 

Quejas y comentarios:

 

fueradefoco@agninfover.com

fueradefoco67@gmail.com

 

Twitter:

 

@Priskis67

@AGNVeracruz


Columna Fuera de Foco
www.agninfover.com

Deja un comentario