“La cola limpia” de Bueno Torio
Silvia Núñez Hernández / Fuente de referencia: AGN
Publicado: 14/03/2012
Veracruz, Ver.
No es sorpresa para nadie que viva en el territorio mexicano, que la vida política es utilizada por un reducido grupo de personas para servirse de ella. A contentillo, la esgrimen, cuidando siempre sus propios intereses. Hasta ahora no conocemos a una sola figura de política realmente comprometida por el bien del pueblo, pues los puestos de elección popular han servido en los últimos años únicamente para acumular riquezas de manera desmedida como sucedió en la administración de Fidel Herrera Beltrán, en dónde él, su familia, sus colaboradores –y podría jurar que hasta su mascota- se dieron a la tarea de gastar a manos llenas el dinero de los veracruzanos.
Es un tema que todos los ciudadanos tienen claro, a nadie le sorprende el hecho de escuchar a un grupo de empresarios norteños acusando de fraude y corrupto a Fidel Herrera y sus secuaces –entre ellos el actual gobernante del estado- “palearon” a sus cuentas personales el erario público.
En un exclusivo hotel del centro histórico del puerto de Veracruz, con el objetivo de difundir la realidad en la que se encuentran varios estados del país en materia de la deuda pública, se está llevando a cabo por parte de la Asociación Civil, “Claridad y Participación Ciudadana” la 1ª Expo Deuda Veracruz 2012, donde se expusieron los nombres de los estado más endeudados dentro del territorio mexicano y se tratarían temas como los recursos públicos; transparencia y rendición de cuentas estatales; democracia participativa; responsabilidad en las finanzas públicas; sano manejo de recursos públicos; rendición de cuentas, corrupción y endeudamiento estatal y reformas legislativas pendientes sobre el endeudamiento estatal.
Arribaron al municipio porteño desde el día de antier, y dentro del presídium se destacaron personajes como Armando Gaudiana Tijerina, empresario y presidente de la mencionada asociación civil; Martha Lilia Chávez González, diputada local panista; Francisco Lara Arano, legislador local panista con la comisión en Seguridad Pública; Mario Dávila Langoria, empresario de Piedras Negras, Coahuila; Juan Pablo Rodríguez Delgado, empresario de Saltillo; Juan Bueno Torio, senador de extracción panista; el presidente de la Confederación Patronal Mexicana en Veracruz, Luis Alberto Martín Capistrán y por último, quien cierra dicho ciclo de conferencias, el analista político, Macario Shettino.
El salón de conferencias lució realmente vacío –para infortunio de los empresarios azules quienes presumieron que todo el lujo para sus reuniones era pagado con sus propios recursos- algunos medios de comunicación dieron eco de los temas a tratar al darle cubrimiento de las mesas de trabajo; pero ni eso logró salvarlos del “ponzoñoso” comentario del presidente de dicha organización al clasificar a quienes cubrían el evento de estar “vendidos” con el gobierno, claro está, comentario inspirado por su inconformidad expresada en su rostro por los cuestionamientos que los periodistas le hiciesen a Juan Bueno Torio cuando le exigieron respuestas sobre el supuesto fraude cometido para beneficiar con contratos de Pemex a sus familiares –el senador hasta dijo haber interpuesto denuncias legales en contra de periodistas para callar dichas “calumnias” y no quiso citar nombres-.
Para nadie tampoco es extraño ni sorpresivo saber que muchos medios de comunicación mantienen condicionada su información con las autoridades estatales priístas a través de jugosos convenios publicitarios; pero es importante que Gaudiana Tijerina “no barra” parejo al acusar a todos los medios de comunicación de estar “contratados” por el ejecutivo estatal. La cuestión que los propios políticos han originado dicha situación de “compadrazgo” con los propietarios de algunos medios de comunicación, pues tienen la retrógrada idea de que al pagar por un servicio publicitario, están comprando la “conciencia” del medio y si intenta criticar una acción o falta de ella, de forma inmediata alegan revocar cualquier contrato obtenido con dicho medio.
En el lugar donde se desarrollaban el ciclo de conferencias, albergaba cuatro tipos de concurrentes: los que iban “camuflajeados” de ciudadanos pero eran “orejas” del gobierno estatal, los vestidos de empresarios pero con tendencias notablemente a favor del Partido Acción Nacional, los legítimamente albiazules y los periodistas.
En su intervención, el senador Juan Bueno Torio, puntualizó en la situación que aqueja al estado de Veracruz, sostuvo que dentro de la administración de Fidel Herrera Beltrán –junto con Javier Duarte de Ochoa cuando este era Secretario de Finanzas- la deuda se acrecentó incontrolablemente, originando que el estado en la actualidad no sea vehículo de crédito para ninguna entidad bancaria.
Explicó que en la Gaceta Oficial emitida el 18 de julio del 2011, público sobre dos partidas destinadas al gobierno estatal que fueron avaladas por parte de los diputados estatales –priístas por supuesto y alguno que otro “cachuril” de otra corriente ideológica-, una de 12 mil 600 millones de pesos y la otra –disfrazada para poder ser otorgada- de 17 mil 400 millones de pesos. Dicho dinero sería para pagar a los proveedores acreditados ante la Sefiplan, pero al parecer no les fue suficiente para hacer liquidarlos pues actualmente aun rondan por la dependencia cientos de empresarios exigiendo su finiquito de los servicios otorgados al estado.
Aunado al desorden y corrupción de Beltrán y su hijo “putativo” Duarte de Ochoa, Veracruz tiene una deuda de 115 por ciento sobre las participaciones federales. Este dispendio de los recursos del erario público que ha sufrido Veracruz, no ha sido canalizado en obras que beneficien a los ciudadanos, sino, en el 2009 y 2010, el erario público fue desviado a campañas políticas, por ello, el estado ha logrado posicionarse como la tercera entidad federativa con mayor deuda en el país –el primero Coahuila y el segundo Quintana Roo-.
La información ofrecida por el grupo de empresarios está bien fundamentada y sobre todo detallada. Pero también es cierto que los veracruzanos ya no somos tan “majes” y podemos advertir cuando este tipo de encuentros, denuncias, reuniones –como el nombre que le quieran dar- está realmente auspiciada por un partido político –aunque Gaudiana Tijerina diga que dichos lujos fueron pagados con sus propios recursos- y mientras que el lugar la mayoría de los asistentes eran regidores panistas del gobierno de Veracruz. También la invitación de Juan Bueno Torio y sobre todo su participación dio muestras claras de estar previamente interesado en politizar dicha “Expo” y más evidente fue cuando hizo público su interés por ser el próximo a candidato a la gubernatura del estado de Veracruz, y hasta se preocupó de las condiciones financieras en el que le iba a dejar Javier Duarte de Ochoa el estado. Casi podíamos ver saliendo de la cabeza de Bueno Torio un globo en donde lucía una gráfica despachando en la oficina principal del gobierno estatal.
Pero el problema de andar denunciando fraudes, es actuar con el ejemplo, pues pese a que Senador -en su propia defensa- tener “la cola limpia” y negó categóricamente haber desviado los destinos de los contratos para beneficiar a su propia familia y amigos.
Lo curioso que su nombre salió a relucir por parte Jesús González Schmall, diputado del Partido del Trabajo (PT) quien está concentrado en encontrar corruptelas de diferentes personajes políticos en funciones, el nombre de Juan Bueno Torio fue evidenciado al encontrar que en su paso por la dirección del área de refinación de Petróleos Mexicanos (Pemex) –según el legislador- cometió tráfico de influencias y actos fraudulentos. Dicha denuncia fue interpuesta ante la Fiscalía para Delitos Cometidos por Servidores Públicos perteneciente a la Procuraduría General de la República (PGR) en donde establece que Bueno Torio se sirvió con “la cuchara grande”. En la denuncia del diputado petista dice que se encontró que Bueno Torio se canalizó seis jugosos contratos, uno de ellos fue por 160 millones de pesos, otro por 80 millones de pesos, haciendo un total de 21 millones 233 mil pesos.
Como cita un proverbio Chino: “Antes de iniciar la labor de cambiar el mundo, da tres vueltas por tu propia casa». Que es lo mismo: primero hay que ver si realmente “tu cola” –como lo dijo literalmente el senador- está realmente limpia antes de presentarse ante un grupo de personas a denostar, denunciar y evidenciar actos fraudulentos de sus adversarios políticos y “darse golpes de pecho”.
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