Maricela Loyo de consejera a portera
Silvia Núñez Hernández / Fuente de referencia: AGN
Publicado: 06/07/2012
Veracruz, Ver.
El Instituto Federal Electoral del Distrito XII Veracruz Urbano se encuentra integrado por seis ciudadanos denominados consejeros y el consejero presidente que en este momento está a cargo de Fernando Ruiz Navarro. Actualmente derivado del proceso electoral del 1 de julio la carga de trabajo es bastante pesada en dicha instancia, pero desafortunadamente quien hace más crítica la situación al interior de la misma es Maricela Loyo Hernández, consejera ciudadana, quien se siente ama y señora, e incurre en acciones violentas que distan de una persona con nivel académico.
Entra y sale a la hora que ella decide saltándose literalmente “las trancas” imponiéndose y sobre todo faltando el respeto a sus compañeros. Otra peculiar característica es que se ha dedicado otorgar entrevistas a diestra y siniestra con la finalidad de cumplir con su más ferviente anhelo: ser la consejera presidente del IFE del Distrito XII –situación que realmente sería inadmisible ya que no cuenta con el perfil ni estudios de postgrado para elevarla a ese rango-.
Un ciudadano reportó que el día de ayer, Maricela Loyo Hernández cuando el consejo se encontraba en sesión, alrededor de las 17:00 horas lo interceptó en la puerta de acceso y le pidió –sobre pasando sus funciones y con abuso de autoridad- que saliera del lugar violentando su derecho a observar las sesiones, las cuales son públicas. La reprochable actitud de esta funcionaria –a la cuál le debemos recordar que el sueldo que ella percibe por la función que no realiza por andar de conflictiva, es obtenido de los impuestos de los veracruzanos- la han padecido de manera constante todos los integrantes y cuando no logra imponerse, habla a la ciudad de Xalapa para emitir reportes tendenciosos sobre acontecimientos que realmente no han ocurrido con la finalidad de imponerse hasta del propio consejero presidente, Fernando Ruiz Navarro quien al parecer no ha querido tomar cartas en el asunto para no perjudicar y hasta soportar con resignación a esta incompetente funcionaria.
Este peculiar y controversial y conflictivo personaje se encuentra dedicada intentar controlar a todos al interior del IFE, pero cuando se requiere que haga su trabajo como consejera pues literalmente lo incumple, quien ella determina su horario y sin más ni más abandona las instalaciones pese a la evidente inconformidad de los consejeros ciudadanos que integran el Distrito XII.
Mantiene además una reprochable actitud con algunos miembros de los medios de comunicación quienes llegan a cubrir a dicho organismo electoral; coartándoles el acceso e impedir que cumplan con su trabajo de informar sobre los acontecimientos que se desprenden con relación al proceso celebrado el pasado 1 de julio. Controla el acceso de la prensa a contentillo violentando la libertad de expresión y sobre todo agrediéndolos verbalmente cuando estos osan por no hacerle caso y accesan sin escuchar sus reclamos.
Su constante abuso de poder lo lleva a tal grado que hace un escándalo –tipo verdulera- originando y sobre todo afectando hasta el propio proceso de escrutinio que se lleva acabo el Instituto Federal Electoral cuando no logra su central objetivo, que es el de controlar absolutamente todo lo que ocurre al interior del IFE.
Violenta e incontrolada, Maricela Loyo Hernández agrede sin consideración a quienes se cruzan en su camino, además de establecer un ambiente laboral tenso entre quienes cumplen las mismas funciones. No tenemos claro, la forma de cómo se ha logrado sostener durante cuatro procesos electorales, ni tampoco la forma como logró llegar a ocupar tan importante puesto dentro del instituto cuando a todas luces no cuenta con la capacidad para desempeñar tan importante encomienda y sólo se dedica a crear conflicto y a tener roces con los consejeros ciudadanos restantes y con todo aquel cristiano que se cruza en su camino.
Un llamado al Vocal Ejecutivo del IFE, Antonio Manjarrez Valle para que verifique el trabajo de esta consejera ciudadana. Hasta ahora, son muchas las quejas en su contra –tanto que el día de ayer la columna Sale y Vale tuvo a bien de dedicarle sus líneas- de esta señora que al parecer le encanta tener la función de portera del IFE –al posicionarse en ese lugar para agredir a cuanto ciudadano y periodista ingresa en las instalaciones- y si tanto le gusta ese puesto, pues que la nombre oficialmente y así los veracruzanos no nos veremos obligados a tener por pagarle por el puesto de consejera ciudadana que tan indignamente representa.
Es inadmisible su actitud prepotente y déspota que ostenta, olvidando por completo sus funciones al interior del IFE y si está inconforme y no le gusta trabajar, pues que se vaya a su casa hacerle la vida imposible a su familia –si es que la tiene-.
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