Delincuentes juveniles alberga el PRI
Silvia Núñez Hernández / Fuente de referencia: AGN
Publicado: 11/07/2012
Veracruz, Ver.
Lamentable actitud de los priístas ante las muestras de recelo de un gran porcentaje de mexicanos en contra de Enrique Peña Nieto. Juan Pablo Franzoni Martínez, supuestamente propietario del restaurant Sumarento –pese al deslinde por parte de la negociación- quien en compañía de una mujer –quien gozaba divertida de las reprobables acciones de este sujeto- encañonó a los ciudadanos e integrantes del movimiento “YoSoy132” Xalapa con revólver calibre 22.
Elementos de la Secretaría de Seguridad Pública acudieron a la alerta sobre la amenaza que están siendo víctimas los manifestantes en pleno centro de la ciudad capital. Franzoni Martínez, es integrante de la organización “Juventud Dinámica” –esa misma que fue creada mañosamente por Cecil Duarte de Ochoa en la campaña de Javier, con la finalidad de utilizar sus siglas “JD” en pleno proselitismo político.
Estos jóvenes, mantienen dicha organización pese a que hasta la fecha sólo sirven para operar –como lo hicieron el 1 de julio- para acarrear personas, comprar voluntades, repartir despensas y todo aquello que le sirve al Partido Revolucionario Institucional para coaccionar a ciertos sectores de la población –como las zonas marginadas- para preferenciar a sus candidatos.
Este tipo de prepotencias son usuales por parte de algunos militantes del PRI. Al parecer no les cae mucho en gracia el hecho que haya un repudio nacional en contra de EPN; pero tenemos claro que estás acciones no ayudan a que los mexicanos tengan una opinión diferente con relación al tricolor.
Perjudicial en la imagen del PRI, quien al parecer mantiene dentro de sus filas hampones como Juan Pablo Franzoni quien sin contar con un permiso para portación de armas, amedrenta la voluntad de los veracruzanos quienes el único arma utilizada son sus consignas, mantas y cartelones con leyendas en contra de Enrique Peña Nieto y del fraude orquestado por el priísmo a nivel nacional para posicionar a su candidato e intentar su imposición en la silla presidencial.
En este tenor, el ex alcalde de Veracruz en el período 1982-1985, Adalberto Tejeda Patraca argumentó que el partido es una familia numerosa, y pese a lamentar dichas acciones de este aprendiz de político, no criticó ni reprobó sus acciones delictivas. Al parecer este tipo de actos intolerantes a los priístas no les quita el sueño y justifican casi casi el acto como una “travesura estudiantil” mientras que cientos de personas estuvieron peligrando a través del cañón de este torpe integrante de Juventud Dinámica.
Nada ha dicho el gobernador del estado de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa con relación de este fósil. El actual gobernante no declaró al respecto, ni tampoco la hoy “fashion”, Gina Domínguez Colío, vocera oficial y directora de Comunicación Social del gobierno del estado.
Al parecer este tipo actos delincuenciales no son considerados por parte de la cúpula priísta como vandálicos y sobre todo indignos. Otro punto es: ¿Qué tipo de sujetos integra el hermano del empleado de los veracruzanos, en dicha organización juvenil? ¿Acaso no tienen requisitos de reclutamiento?
No sería para los veracruzanos novedad que dentro de los lineamientos para pertenecer a esta instancia juvenil, se reclute a este tipo de juniors, que al parecer no piensan con la cabeza, sino con los pies.
Nadie congruente, “pensante y andante” se le facilitaría proceder contra un grupo de personas de esta manera. Actos sigo sosteniendo delincuenciales de jóvenes nada inteligentes y preparados para soportar el rechazo inminente hacia Enrique Peña Nieto. Les molesta y se descontrolan de tal forma que podrían ser capaces de matar a su prójimo por no soportar la crítica ciudadana.
En las redes sociales, usuarios priístas hicieron circular una caricatura de un individuo en una cama forense con su etiqueta en el dedo gordo del pie izquierdo de “YoSoy132” y con la leyenda: “Cuidado, esto puede pasar” “Si esto sucede, la culpa es de Andrés Manuel López Obrador” “AMLO, lo está provocando” con la finalidad de intentar ahora culpar al candidato perredista de las intolerancias de los priístas.
Con poco sentido ético, los militantes del tricolor pretenden nuevamente satanizar las manifestaciones ciudadanas, intentando relacionarlos con el PRD con el fin de minimizar sus acciones, su derecho de manifestarse y el repudio generalizado hacía el PRI como también a Enrique Peña Nieto. Con este tipo de acciones reprochables en donde justifican la intolerancia por parte de los militantes priístas, ahora intentan “justificar” sus actos porriles y delincuenciales –como la protagonizada por parte del “junior” Juan Pablo Franzoni Martínez el pasado 07 de julio en la ciudad capital veracruzana; quien “valiente” y descarado –ante la anuencia de su acompañante que reía fascinada- arrojó desde el balcón ubicado en la planta alta del restaurant Sumarento una silla de plástico y al ver que no causó daño alguno, sacó un arma tipo escuadra calibre .22 y apuntó en contra de los manifestantes quienes corrieron para no continuar siendo encañonados por este tipejo.
Esperamos que ante la ola de impunidad prevaleciente en el estado, luego que aquí pueden matar, robar, delinquir y hacer cualquier tipo de actos delincuenciales –mientras los agresores sean priístas nada sucede- y ni un solo caso es resuelto por parte de la Procuraduría General de Justicia en el estado de Veracruz a cargo de Amadeo Flores Espinoza. Todo va al archivo muerto debido a las malas investigaciones realizadas en donde terminan por resumir que la víctima era el delincuente o como en el caso de Regina Martínez Pérez –en donde la PGJ Veracruz determinó que dicho crimen fue pasional-.
La abogada, Claribel Guevara denunció en rueda de prensa –publicación emitida en la revista Proceso online el día 23 de junio -http://www.proceso.com.mx/?p=311928- que la PGJ: “Sólo le “da vueltas” al crimen y sólo ha citado a declarar a periodistas. Los reporteros, la mayoría corresponsales de medios y agencias nacionales como Regina, se han quejado por las citas, las largas horas de interrogatorio y los métodos poco ortodoxos de las autoridades ministeriales estatales para “investigar” sobre el entorno profesional y privado de Regina Martínez”.
La impunidad, el pisotear la imagen de los muertos –al cabo ya no se pueden defender- y sobre todo, aprovechar la apatía y la falta de solidaridad del gremio periodístico, son las causales del escenario decadente en el estado de Veracruz. Las manifestaciones son hasta el momento, congruentes y lógicas, cuando la ciudadanía está harta tanto del Partido Revolucionario Institucional como de las autoridades estatales, municipales y legisladores.
El recuento de los daños son elevados, pero los veracruzanos –aquellos responsables ciudadanos y éticos, no quienes venden su voto por .67 centavos diarios- pasaron cuentas en las elecciones celebradas el pasado 1 de julio, en donde los distritos donde se vio favorecido el tricolor, les costó millones de pesos por la compra descarada de votos.
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