En Contraste Veracruz

Juan Alberto Vázquez •En Estados Unidos se juega el mejor basquetbol del planeta; no hay quien supere a Portugal en cuanto al número de bigotones; San Marcos tiene la fama de las mujeres bonitas; la India realiza más películas que ningún otro país, y en México estamos cerca de lograr el primer lugar en obesidad.

Pero esos logros poco importan a los brasileños que hoy, mañana y siempre tendrán los mejores traseros del mundo, cualidad que incluso se refleja en el producto interno bruto vía ingresos derivados de los más de cinco millones de turistas que al año visitan al llamado “gigante sudamericano”.

Tras de saber que más de 500 brasileñas se inscriben año con año tratando de convertirse en la nueva Miss Bumbum, se entiende que muchos turistas solo trabajen para volver al oasis de las bahías de Copacabana, Ipanema o Leblon a realizar expediciones de catador sobre los cuerpos de las garotas, como quien va a las pirámides de Egipto a ver la tumba de Tutankamon o a Nueva York a treparse a los rascacielos.

Mis Bumbum 2011, y aún reina-nalga brasileira, Rosana Ferreira, explosiva y generosa rubia llegada a la fama desde el inédito estado de Ceará, sabe que la genética brasileña fue generosa al proveerlas de dichos prodigios, sin embargo, y sin mucho misterio, agrega que “hay que ser muy disciplinada y mantenerse en forma, haciendo ejercicio, cuidándose de los chocolates y las grasas”. Nada es gratuito.

Después de mirar este evento en particular, uno entiende cómo es que Ronaldo, Ronaldinho, Romario y demás luminarias del balompié carioca han dejado el confort que les significa jugar en Europa, aquejados por una especie de Síndrome del Jamaicón donde, a diferencia del mexicano bigotón, en lugar de extrañar el chile añoran las tortas.

La patria de Pelé ha tenido un repunte económico que lo ha llevado a liderar rubros como “expectativa en generación de empleo” o “liderazgo político en la región”. Pero la mezcla de raíces sumada al generoso clima le han conferido otros top ten, agregados al culto del cuerpo, que es casi una religión: segundo lugar mundial en operaciones estéticas, solo detrás de Estados Unidos, y aumento considerable en los casos patológicos de anorexia, bulimia y consumo de fármacos para bajar de peso.

Muchas virtudes, mucha nalga y una sola sospecha: que tanto en las finales de Miss Bumbum, como en las de otros concursos, como el de Ford Models Brasil, no hay muchas mulatas ni del tipo indígena ni mucho menos representantes de la raíz asiática. Solo figuran nenas de piel blanca y cuerpo de amazonas. “El mercado quiere modelos de tipo europeo, con al menos 1.72 de estatura, altas y delgadas”, se justifica un tal Rubeiro, presidente del Ford Models Brasil. Cacau Oliver, el organizador del Miss Bumbum, no se quiso ver tan racista y argumenta: “Nosotros solo buscamos el culo más bello del país”. Para ello califican consistencia, volumen, respingo, suavidad, firmeza y gracia para presumirlo.

Aproximadamente dentro de mes y medio, poco después de que Brasil celebre su independencia, un jurado compuesto por periodistas, modelos y personalidades, elegirá a la mejor nalga del año por venir. Entre ellas aparecen nombres tan sensuales como Katiuska Gleese, Ana Melo, Gisele Soares, Ana Julia Pereira, Camila Bernaglia o Tamara Oliveira. El derrière de cualquiera de ellas está por encima del de celebridades como Beyoncé, Jessica Biel, JLo, Shakira o Kim Kardashian. Para quien guste comprobar la anterior aseveración, solo basta ligarse al site http://www.missbumbumbrasil.com.br/.

Mi favorita para ganar los cinco mil reales (aproximadamente 30 mil pesos) dados al primer lugar es la espectacular Rafaela Ravena, de tan solo 19 años y oriunda del Distrito Federal brasileño. Ella es modelo del signo virgo (virgem en portugués), es soltera, huele a Ángel o Demonio de Givenchi y puso al “estacionamiento de la facultad” como el lugar más exótico para hacer el amor. Con ella están todas nuestras veladoras y mientras no lleguen árbitros amateurs de la NFL a calificar el concurso, su victoria es casi segura.

¡Duro, Renata! Por mi parte solo espero la invitación de tu embajada para ir a presenciar tu triunfo en vivo y directo.