En Contraste Veracruz

El fútbol es sorprendente. Y mucho más cuando se habla de fútbol femenino, de categorías menores y en regiones con poca tradición. Así quedó patente en la cuarta edición del Sudamericano Sub-17 que se celebró en Paraguay del 12 al 29 de septiembre, y que repartía tres boletos para la Copa Mundial Femenina Sub-17 de la FIFA que se jugará en Costa Rica del 15 de marzo al 5 de abril de 2014.

Las noticias llamativas ya empezaron a caer en la fase de grupos cuando Argentina y Brasil quedaron fuera de juego. Si bien la Albiceleste no está entre las naciones consolidadas de la especialidad, sí resulta más impactante la caída de las brasileñas. Su temprana eliminación ponía fin al sueño de levantar su tercer título regional consecutivo de la categoría y las dejaba, además, sin billete mundialista.

Venezuela, Paraguay y Colombia serán las representantes de la CONMEBOL en Costa Rica 2014. Esta será la primera cita mundial femenina (de cualquier categoría de edad) que no verá competir a la selección verdeamarela.

Culminada la primera ronda del torneo sudamericano, se empezaban a ver más claros los favoritismos. La anfitriona albirroja fue la única con pleno de puntos en esta etapa, y clasificó, junto con Chile, a la ronda final dentro del Grupo A, que completaban Bolivia, Argentina y Perú. Venezuela, que solo cedió un empate ante Uruguay, superaba el Grupo B junto con Colombia, dejando en la cuneta a Brasil, Ecuador y la Celeste.

El éxito de las tapadas
Venezuela terminó ciñéndose los laureles de la victoria, apuntalada en su juego ofensivo, dinámico y en su capacidad goleadora. Fue el único equipo invicto en la prueba, y el más realizador con 24 dianas. Por lógica la máxima goleadora tenía que vestir la vinotinto, y así fue: Gabriela García, con 8 goles, se llevó el premio de goleo.

“Si comienzan a apoyar el fútbol femenino, los logros serán mucho mayores”, se atrevía a reclamar la joven delantera aprovechando el instante de popularidad que le dio el logro del equipo. “Es la satisfacción más grande que hemos tenido, es un sueño que logramos”, afirmaba su compañera Deyna Castellanos. Mientras su seleccionador, el panameño Kenneth Zseremeta, quien ya lograra clasificar a Venezuela a la Copa Mundial Femenina Sub-17 de la FIFA Trinidad y Tobago 2010, ensalzaba el logro: “Son unas heroínas”.

Paraguay, a las órdenes de Julio Carlos Gómez, tan sólo cedió un gol en la primera etapa. Terminó tercero en el cuadrangular final por una peor diferencia de goles con Colombia, pero había asegurado ya su billete mundialista cuando se enfrentó en la última jornada a las venezolanas, ante las que cayó por un contundente 7-1.

A pesar del varapalo final, se cumplió el objetivo y, sobre todo, se llamó la atención del pueblo guaraní sobre la especialidad. “El equipo funciona bien, y eso nos llena de orgullo y alegría, porque se ve que si se trabaja más se puede conseguir el objetivo”, decía su técnico tras asegurar la segunda presencia de la Albirroja en la cita mundial, tras participar en la inaugural de Nueva Zelanda en 2008.

La representación sudamericana en Costa Rica se completará con Colombia, que viene a prolongar el buen momento del fútbol femenino cafetero que inició un proceso de consolidación y crecimiento, precisamente, en la primera edición de este torneo sudamericano, en 2008, en el cual salió campeón.

Las colombianas, con una de las mejores defensas del torneo – solo encajaron siete goles como Venezuela- jugarán su tercera Copa Mundial Femenina Sub-17 (tan sólo se han perdido Trinidad y Tobago 2010) luego de batirse en una última jornada al todo o nada con Chile, que se llevó el Premio al Fair Play como consolación.